Muchas veces no podemos dedicarle todo el tiempo que nos gustaría a hacer una fotografía: porque estamos de viaje, porque queremos captar el instante, porque no llevamos todo el equipo con nosotros, o porque simplemente es lo que nos apetece ese día. En esos momentos, las fotos suelen ser simples recuerdos o documentos de lo que nos ha pasado.
Para esos casos, hace mucho tiempo que, salvo que tenga una idea muy clara de qué foto voy a hacer, siempre llevo la cámara preparada en modo prioridad a la apertura y con un ISO intermedio (entre 200 y 800, según la situación). Vamos a ver cómo sacarle partido a esta configuración, y cómo puede ayudarnos a convertir fotos “de recuerdo” en fotos “para recordar”. Enlace